XVIII DOMINGO ORDINARIO (A)
Anoche celebré Misa en otra iglesia San José para los trabajadores que cosechan la manzana. Si me preguntan ¿cuántas personas asistieron a la Misa?, podría contestar como Mateo: Unos quince o dieciséis hombre…sin contar a las mujeres y a los niños. Y ¿si contamos a las mujeres y a los niños? Pues, unas 75 personas.
Por decir “sin contar a las mujeres y a los niños,” al menos Mateo reconoce que estaban presentes. Los otros tres evangelios mencionan solo los hombres.
¿Por qué no contar a las mujeres y a los niños? Por qué no cuentan, es decir, no importan. En aquel tiempo las mujeres y los niños no tenían los mismos derechos, privilegios, o valor como los hombres. Todavía no hemos eliminado por completo esta discriminación.
Por ejemplo, hoy en día la mayoría de los pobres son mujeres y niños. La gran mayoría de las víctimas de violencia doméstica son mujeres. Cuando se calcula la frecuencia con que se mueren los infantes, el número de abortos no está incluido, porque los no nacidos no cuentan.
Unos estados—Michigan no—ejecutan a ciertos criminales porque los criminales no cuentan.
Vemos en este país en estos días el movimiento “Black Lives Matter”—las Vidas Negras Importan. ¿Por qué nació este movimiento? Porque para muchos, los negros no importan.
El presidente Trump no quiere que los indocumentados llenen la forma para el censo. ¿Por qué? Porque los indocumentados no cuentan. La Corte Suprema negó su esfuerzo.
¿Qué dijeron nuestras lecturas? Isaías dijo que el amor de Dios es gratis y abundante para todos. Que todos comen y beben bien sin pagar quiere decir que no podemos comprar o merecer el amor de Dios, que también quiere decir que no podemos perderlo tampoco. La sobre- abundancia del pan en el evangelio simboliza la sobreabundancia del amor de Dios. Y San Pablo declaró elocuentemente que nada—ni la vida, ni la muerte, ni los ángeles, ni los demonios, ni el presente, ni el futuro, puede apartarnos del amor de Dios.
Si Dios ha creado a cada uno, si Dios ha redimido a cada uno, y si Dios ama a cada uno, entonces todos tenemos valor; todos contamos.